Texto de contraportada
Si sustituimos cada sílaba de un soneto por otro soneto completo, obtendremos una composición de 154 sonetos. Para intentar trasponer, de cierto modo, la acentuación propia del soneto a estas composiciones más amplias, utilizamos sonetos alejandrinos y sonetillos en función de que las sílabas que les correspondan tengan una menor o mayor acentuación tónica.
Así, agrupados por distintos temas, se ofrecen estos seis Perisonetos que se completan cada uno de ellos con un delantal, un prólogo y un epílogo. La estructura a la que se ajusta cada composición se indica claramente en su índice.
Sonsonete de voces, el soneto necesita apreciarse de antemano para ser disfrutado con soltura, para poder sumirse sin esfuerza bajo su balizaje preceptivo, y ello ni empece la discreción ni produce ninguna merma de la capacidad creativa ni intelectiva de quienes los abordan ya como autores o como lectores. Los sonetos no son peligrosos.
Espero que aquellos que se atrevan a entregarse al viaje que aquí se propone, sometidos a un ritmo tan repetido como variable, acaben conducidos por tal ritmo –semejante al de los antiguos viajes en tren– hacia su propio mundo creativo, y una vez allí sean capaces de disfrutar mejor esta propuesta.
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